Cada día somos más los `produsuarios´ convencidos de las posibilidades que brinda una cuenta de Google. Entre ellas se encuentra Google Docs que nos permite crear, modificar, almacenar y compartir documentos creados con la aplicación y otros generados en otras aplicaciones y guardados con formatos variados pero almacenados en ese `repositorio virtual´ que Google Docs proporciona.
Tan sólo tenemos que acceder desde nuestra cuenta de Google. Entramos en Google Docs y encontramos la pestaña CREAR NUEVO. Por el momento, ofrece seis posibilidades que son: documento, hoja de cálculo, presentación, formulario, carpeta y dibujo que con seguridad continuarán aumentando conforme lo requiera la demanda.
Los archivos generados con Google Docs se almacenan vinculados a nuestra cuenta Google por lo que mantienen la confidencialidad.
Sin embargo, se pueden compartir y esto se hace invitando usuarios ó adjuntándolos a un correo electrónico.
Es posible que si almacenamos en Google Docs un documento creado con un procesador de texto pierda en parte su formato. Si la finalidad última de ese almacenamiento no es que los destinatarios con los que lo compartimos escriban yo personalmente recomiendo subir el archivo convertido al formato *pdf que permite una fijación de tablas, imágenes, estilos, encabezados, etc. y no modifica la ubicación de ningún elemento.
Si la finalidad es que los destinatarios escriban, lo mejor es utilizar Google Docs como procesador de texto y acomodarnos a las posibilidades que brinda de estilo, inserción de imágenes, tablas y otros elementos.
Son muchos los lugares en los que encontrar información pero me ha parecido muy interesante el post publicado en el espacio de Manuel López Caparrós, en el que se puede encontrar el enlace a un Tutorial de Google Docs.
¡Ánimo y empezad a disfrutar de Google Docs!
Los archivos generados con Google Docs se almacenan vinculados a nuestra cuenta Google por lo que mantienen la confidencialidad.
Sin embargo, se pueden compartir y esto se hace invitando usuarios ó adjuntándolos a un correo electrónico.
Es posible que si almacenamos en Google Docs un documento creado con un procesador de texto pierda en parte su formato. Si la finalidad última de ese almacenamiento no es que los destinatarios con los que lo compartimos escriban yo personalmente recomiendo subir el archivo convertido al formato *pdf que permite una fijación de tablas, imágenes, estilos, encabezados, etc. y no modifica la ubicación de ningún elemento.
Si la finalidad es que los destinatarios escriban, lo mejor es utilizar Google Docs como procesador de texto y acomodarnos a las posibilidades que brinda de estilo, inserción de imágenes, tablas y otros elementos.
Son muchos los lugares en los que encontrar información pero me ha parecido muy interesante el post publicado en el espacio de Manuel López Caparrós, en el que se puede encontrar el enlace a un Tutorial de Google Docs.
¡Ánimo y empezad a disfrutar de Google Docs!
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